Cambio climático, economía circular y formación profesional para la generación de empleo verde: cuestiones relevantes en 2024

Cambio climático, economía circular y formación profesional para la generación de empleo verde: cuestiones relevantes en 2024

Dra. Pilar Conde Colmenero.

Profesora Asociada acreditada como Titular de Universidad
de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.

Universidad Jaume I.

1.

Lucha contra el cambio climático y asentamiento de la economía circular: la creación de empleos para la transición ecológica (o verde).

El asentamiento de la economía circular (EC) es decisivo en la lucha contra el cambio climático, cuyos perniciosos efectos avanzan con una celeridad por encima de lo previsto por los especialistas. Si, como define el art. 2, letra k) de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, la economía circular es un “sistema económico en el que el valor de los productos, materiales y demás recursos de la economía dura el mayor tiempo posible, potenciando su uso eficiente en la producción y el consumo, reduciendo de este modo el impacto medioambiental de su uso, y reduciendo al mínimo los residuos y la liberación de sustancias peligrosas en todas las fases del ciclo de vida, en su caso mediante la aplicación de la jerarquía de residuos”, es acertado afirmar que cualquier impulso y favorecimiento de esta ordenación económica es clave en tiempos de emergencia climática como los que vivimos.

En el contexto actual, las medidas políticas y legales en pro de la economía circular no solo contribuyen al asentamiento de este nuevo modelo de producción y consumo (que camina hacia una economía sostenible y descarbonizada), sino que suponen también una oportunidad para generar más y mejores trabajos (decentes y de calidad), es decir para posibilitar una transición ecológica que además sea socialmente justa. Según el Foro Económico Mundial, la economía circular generará nuevas oportunidades (económicas y empresariales) que permitirán crear nuevos empleos y ocupaciones (alrededor de 3 millones de puestos de trabajos en la Unión Europea hasta el 2030, en un contexto favorable, y según la Organización Internacional del Trabajo – OIT – unos 24 millones de empleos en el mundo para ese mismo año). No obstante, hay que propiciar escenarios que permitan una aceleración de la EC antes de que se mantenga, en términos mundiales, la tendencia de retraimiento señalada en el reciente Circularity Gap Report 2023: actualmente solo el 7,2 % de la economía global es circular, mientras en 2018 llegó al 9,1%.

En esta línea, y en consonancia con las políticas de la Unión Europea y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, se elabora la Estrategia Española de Economía Circular, España Circular 2030 (EEEC, del MITECO o Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico). La Estrategia identifica seis sectores prioritarios de actividad en los que incorporar el reto para una España circular: sector de la construcción, agroalimentario, pesquero y forestal, industrial, bienes de consumo, turismo y textil y confección. Precisamente, el agroalimentario y el turístico, son los dos sectores españoles que el documento Economía, Trabajo y Sociedad. Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral. España 2023, del Consejo Económico y Social (publicada en junio de 2024) identifica como aquellos para los que el cambio climático representa un mayor desafío, en términos de pérdidas significativas de empleos. En contraste con esos sectores, dicha Memoria también prevé que en los próximos años se generen nuevos empleos en varias actividades del sector de la construcción, de la industria y en los denominados “sectores del agua”.

En todo caso, el pronóstico es que se mantenga el crecimiento del “empleo verde” que, además, por término medio, exigirá mayores cualificaciones que otros empleos. Esa problemática en torno a la formación profesional, las competencias y la cualificación exigidas por la transición ecológica es la que vamos a examinar.

2.

Relevancia de las políticas activas de empleo para transitar del “empleo marrón” al “empleo verde” y poder desarrollar competencias y cualificaciones verdes.

La economía circular, por tanto, es un motor fundamental de la generación de empleo y, en particular, de la creación de empleo verde puesto que los puestos de trabajo propios del sistema de economía circular pueden subsumirse dentro de lo que la OIT definió en 2016 como “empleos verdes” (aquellos empleos decentes que contribuyen a la preservación y restauración del medioambiente, ya sea en los sectores tradicionales – como la manufactura o la construcción – o en los nuevos sectores emergentes – como la eficiencia energética y las energías renovables –).

Como indica la citada Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral. España 2023 del CES el cambio climático obligará a realizar un necesario (y apresurado) tránsito del “empleo marrón” al “empleo verde”. Así, los empleos “marrones”, que se refieren a actividades contaminantes, “sufrirán una contracción absoluta de la demanda de mano de obra o una transformación estructural significativa hacia procesos de producción más ecológicos, lo que podría dar lugar a cambios en los requisitos de cualificación”. De otro lado, el avance de las incidencias climáticas supondrá inevitablemente un crecimiento del peso del empleo “verde” tanto en la Unión Europea como en España y una caída del peso del empleo “marrón” en la última década.

En ese tránsito, las políticas activas de empleo asumen un enorme protagonismo y se van a enfrentar al desafío de acompañar a las personas trabajadoras en su reintegración a nuevos sectores (y/o profesiones) o la adaptación de sus empleos, así como a las empresas. Ese desafío tiene mucho que ver con el desarrollo de competencias y cualificaciones verdes, focalizado sobre todo en los jóvenes y las mujeres (que son colectivos infrarrepresentados y con especiales dificultades de acceso a las ocupaciones verdes).

De manera ilustrativa, la referida Memoria del CES, especifica las competencias y cualificaciones que serán necesarias para la transición verde:

  • Competencias verdes: a) “competencias blandas” (soft skills) como la conciencia ambiental, la creatividad, la adaptabilidad a escenarios ambientales futuros; b) competencias transversales, como el reporte de sostenibilidad, el monitoreo y la evaluación de impacto ambiental; c) competencias técnicas o específicas: requeridas en un determinado sector para implementar las condiciones, procesos, servicios, productos y tecnologías que mejoren sus resultados ambientales.
  • Cualificación verde: a) recualificación (reskilling), orientada a la transición laboral de personas trabajadoras con cualificaciones obsoletas; b) cualificación (skilling y upskilling) de personas empleadas o que buscan empleo en sectores y empleos verdes; c) cualificación (upskilling) de personas trabajadoras en sectores y empleos que pueden verse modificados por la transición verde.

En definitiva, en España serán necesarios nuevos diseños curriculares, programas y titulaciones (skilling) para futuras personas trabajadoras en nuevos empleos surgidos de la transición verde. Y sin embargo, frente a esas necesidades competenciales y de cualificación, nuestro país presenta importantes debilidades en cuanto a competencias verdes, como señala la Memoria del CES:

  • Insuficiente oferta de perfiles de tipo técnico y STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
  • Baja presencia de mujeres matriculadas en grados STEM (36 %, frente al 56 % del total de matriculadas universitarias).
  • La tasa de jóvenes matriculados en formación profesional es significativamente inferior al conjunto de la UE-27 (12 % versus 25 %).
  • En la Formación Profesional, el alumnado matriculado en estudios STEM disminuye en los ciclos superiores, lo cual repercute en la disponibilidad de personal técnico especializado. Además, la brecha de género también es grande.
  • Desequilibrio entre los niveles de cualificación de la población activa y la demanda proyectada (exceso de oferta de niveles de cualificación baja y alta; escasez de nivel medio).
  • Insuficiente agilidad del sistema educativo y de formación en su adaptación a las necesidades del mercado laboral.

3.

Medidas relativas a la formación en economía circular que mejorarán la creación de empleo verde.

La Estrategia Española de Economía Circular, España Circular 2030 antes mencionada es, por su propia naturaleza, un instrumento a largo plazo (con el horizonte puesto en 2030), que marca objetivos cuantitativos, identifica sectores prioritarios y establece líneas de actuación, a la vez que insta a la elaboración de sucesivos planes trienales de acción que concretaran medidas para promover la EC en nuestro país. El primero de los planes que integran la EEEC es el I Plan de Acción de Economía Circular 2021-2023 que, como no podía ser de otra manera, dibuja medidas específicas para poner en marcha, tanto en materia de empleo como en materia de formación.

En particular, el I Plan de Acción de Economía Circular 2021-2023, dentro de la Línea de Actuación número 8, dedicada al Empleo y la Formación, incluye 12 medidas con las que se pretende promover la creación de nuevos puestos de trabajo, y la mejora de los ya existentes, en el marco que ofrece la EC. Las 6 medidas relativas a la Formación en EC están pensadas para actuar en la formación profesional del sistema educativo (a través del Ministerio de Educación y Formación Profesional) y en la formación profesional de las personas trabajadoras ocupadas o desempleadas (a través del Ministerio de Trabajo y Economía Social, mediante el SEPE y la FUNDAE), y son las siguientes:

  1. Presencia de la economía circular en el Sistema Nacional de Cualificaciones y de la Formación Profesional
  2. Programa de Formación e Inserción laboral de Trabajadores Excedentes de la minería del carbón, de centrales térmicas de carbón y de centrales nucleares
  3. Nuevos programas de escuelas taller y casas de oficio que favorezcan la transición hacia el nuevo modelo productivo
  4. Orientar los programas destinados al empleo juvenil, incluido el Programa de Garantía Juvenil
  5. Revisión y actualización de las especialidades del Catálogo de Especialidades Formativas del SEPE
  6. Elaboración de material de apoyo y herramientas para la formación e información

Para poner en práctica estas medidas hay que tener en cuenta las novedades introducidas tanto por la Ley Orgánica de 3/2022 de ordenación e integración de la Formación Profesional (que aboga por un sistema único e integrado de formación profesional, frente al anterior sistema doble) como por la Ley 3/2023 de Empleo (LE). Se trata de dos normas relevantes que pretenden favorecer el proceso de transición ecológica, impulsado por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia español (PRTR) a través de fondos europeos. Ambas regulaciones y las modificaciones que plantean en materia de formación profesional y de políticas de ocupación conforman el marco normativo en el que desarrollar las medidas antes indicadas de formación en EC y, con ellas, promover las competencias y cualificaciones necesarias para los empleos verdes.

Recordemos, de manera resumida, que la principal novedad institucional que ha traído la nueva Ley de Empleo es la creación de la Agencia Española de Empleo (sustituta del SEPE) y que los cuatro elementos del nuevo modelo único de Formación Profesional establecido en la LO 3/2022 son:

  • Actuaciones para identificar las competencias profesionales del mercado laboral (ordenadas en el Catálogo Nacional de Estándares de Competencias  Profesionales – pendiente aún de elaboración y desarrollo -) y para establecer los módulos profesionales de formación profesional asociados a cada uno de los estándares de competencias profesionales (ordenados en el Catálogo Modular de Formación Profesional)
  • Asegurar las ofertas de formación (mediante el Catálogo Nacional de Ofertas de Formación Profesional)
  • Posibilitar la adquisición de la formación o, en su caso, el reconocimiento de las competencias profesionales
  • Dar un servicio de orientación y acompañamiento profesionales

Por lo tanto, las competencias ligadas a la economía circular, y al empleo verde en general, deben estar presentes en los nuevos diseños curriculares y titulaciones del moderno Sistema de Formación Profesional y, por ende, en la formación en el trabajo. De este modo, será posible dar el impulso necesario a la economía circular y estar preparados para cubrir las expectativas de generación de empleos para la transición ecológica.