El cambio climático y el tiempo de trabajo a debate en el XXXV Congreso de la AEDTSS, Valencia 29-30 de mayo de 2025: ¿qué aporta nuestro proyecto?

El cambio climático y el tiempo de trabajo a debate en el XXXV Congreso de la AEDTSS, Valencia 29-30 de mayo de 2025: ¿qué aporta nuestro proyecto?

Marga Miñarro Yanini.
Profesora Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.
Universidad Jaume I de Castellón.

Foto Portada: Polígono Industrial de Oliveral Riba-Roja, devastado por la DANA.

1.

La Asociación Española de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social (AEDTSS), primera asociación jurídica con el reconocimiento de utilidad pública realizará la XXV Edición de su Congreso Nacional en Valencia, los días 29 y 30 de mayo del año en curso. No es la primera vez, pues la AEDTSS ya tuvo la oportunidad de celebrar, en la bien conocida como la ciudad de las flores, su XI Congreso, hace ya un cuarto de siglo (2020).  Pero este regreso no es uno cualquiera. Como figura en el frontispicio del cartel anunciador, del mayor evento académico y profesional de la notoria comunidad de estudio y aplicación del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, se hace “en solidaridad con Valencia”. Nuestra comunidad ha pretendido, de este modo, de un lado, mostrar su respeto por el profundo dolor de las más de doscientas familias que han padecido la tragedia de la muerte de algún familiar, así como, de miles de familias que sufren graves daños económicos, a raíz de la trágica DANA del 29 de octubre de 2024. De otro, busca contribuir, cierto de modo modesto, pero sentido, con la recuperación económica, tan necesaria y que tanto se está retrasando, de las zonas más afectadas.

Ciertamente, la AEDTSS ya había decidido, antes de la tragedia, realizar esta edición en la Universitat de Valencia. La catástrofe reafirmó ese propósito, aunque supusiera un esfuerzo adicional de nuestros/as colegas, de mantener la sede, a fin de hacer de la coyuntura una oportunidad de reflexión in situ, aproximadamente, en torno a qué puede aportar el Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social para que este tipo de situaciones no se repitan. Con ello, además, la AEDTSS perpetuaba un hito en su trayectoria: nunca ha interrumpido esta actividad congresual anual, ni en pandemia, aunque, lógicamente, en esa otra situación trágica se hiciera online.

2.

La innovación tecnológica, pues, nos permite dar continuidad a las diversas actividades de la vida humana, económicas, sociales y, claro, laborales, para que la programación de nuestros tiempos de vida no se pare. Precisamente, del tiempo de trabajo pretende hablar y debatir con profusión este Congreso, evento científico entre los más consolidados de España. Pero no desde cualquier ángulo, sino desde uno contemporáneo que adquiere un especial sentido hoy, y que, desde luego, fue determinante, aún no exclusivamente, en la DANA del 29 de octubre de 2024: el cambio climático. “Tiempo de trabajo y cambio climático” centran, pues, el XXV Congreso de la AEDTSS. Como institución transversal que es, además de clásica, de las relaciones de trabajo y de su orden jurídico ordenador, el Derecho Social del Trabajo, cada momento histórico, con sus facetas más señeras socioeconómicas y político-culturales, deja su huella en la ordenación del tiempo de trabajo y ésta, a su vez, tiene su impacto en la configuración de las nuevas realidades que aspira a gobernar con criterios tanto de justicia social como de eficiencia económica.

En este sentido, la actual realidad que nos envuelve está atravesada por dos procos procesos de transición especialmente estructurales, la digital y la verde. Las dos estrechamente conectadas, no ya en el sentido linealmente benéfico que se ha venido sosteniendo hasta el momento (“la transición verde será digital o no será”), en la medida en que hay una interacción más ambivalente (la transición digital tiene sus efectos contaminantes también y si no se cuidan sus condiciones puede ser un factor de degradación ambiental), inciden notablemente en la reconfiguración de los tiempos de vida y de trabajo (sea del trabajo valorado y apreciado por la relación de mercado, el productivo, sea del trabajo no valorado y apenas apreciado por éste, el trabajo reproductivo o el trabajo de cuidar). Si la permanente conectividad digital corre el riesgo de provocar también una permanente disponibilidad de tiempos de vida para el trabajo mercantil, difuminando las fronteras entre el tiempo de trabajo y el de no trabajo (descanso, ocio, voluntariado, participación política, etc.), parece igualmente claro que también incide en el desenvolvimiento del tiempo de trabajo, que requiere la revisión de algunas de sus principales reglas y garantías, a fin de ese logro que es el equilibrio entre las razones de la persona y las de la empresa. Tanto como la evolución digital, la emergencia climática llaman a las reformas necesarias del tiempo de trabajo.

En efecto, a la imprevisibilidad del tiempo efectivo de prestación de trabajo por la sucesión de fenómenos meteorológicos extremos o adversos asociados al cambio climático, que está determinando una profunda renovación de las técnicas jurídico-laborales, y de garantía de rentas, consistentes en derechos de ausencia e interrupción (ej. permisos por fuerza mayor climática, regulaciones de empleo por fuerza mayor climática; garantías de prestación telemática del servicio, etc.), habría que sumar, entre otros aspectos, al incremento de las huellas de carbono a causa de las jornadas laborales prolongadas, que aumentan el consumo energético de empresas y hogares (ej. teletrabajo) y, por lo tanto, las emisiones de gases de efecto invernadero. Con ello no solo se pone en riesgo la salud, seguridad y bienestar de las personas trabajadoras, también la del planeta.

3.

Una interacción más, pues, entre cambio climático y tiempo de trabajo, en calve de salud, humana y ambiental. No sorprende por ello que el reciente proyeto de ley sobre reducción de la duración máxima de la jornada ordinaria y sus garantías de registro horario y desconexión digital (BOCG 16 de mayo de 2025, n. 58-1) tenga también un efecto potencialmente beneficioso para los compromisos climáticos, al reducir la huella de carbono de las empresas, aunque la de los hogares, y la de los sectores beneficiarios de ese tiempo de mayor disponibilidad para la vida fuera del tiempo de trabajo productivo, dependerá de los patrones de consumos y usos en ese tiempo de mayor disposición para la “soberanía individual”. De todo ello y de muchos más aspectos hablará el XXV Congreso de la AEDTSS en Valencia, a través de un amplísimo elenco de magníficas ponencias y comunicaciones, ya recogidas en un libro colectivo que se entregará el día de la inauguración, una buena práctica.

Como es natural, nuestro proyecto de investigación no ha venido siendo ajeno a estos aspectos de conexión del tiempo de trabajo mercantil y el cambio climático. A título de mero recordatorio, traemos a colación algunas entradas sobre tales conexiones, a propósito de las nuevas leyes de urgencia, también de las reformas estructurales, en este ámbito, como por ejemplo los Reales Decretos-leyes 7 y 8/2024, dictados, precisamente, a raíz de la DANA. Aunque, como es bien conocido, antes de la trágica sacudida de ésta, el problema parecía análogo en términos de gestión del tiempo de trabajo mercantilizado, si bien por causas opuestas, las olas de calor extremo y sus efectos devastadores en la salud, incluso en la vida e integridad de las personas, sobre todo en ciertos sectores de actividad. Sería el caso del trabajo en el campo y el sector de la construcción, pero no solo. Ajora que se acerca el verano y parece que subirán las temperaturas, conviene recordar esta fecta. Como ya se hizo, en la Univesidad de Sevilla, el 17 de octubre pasado, en una jornada sobre calidad de vida y salud en los entornos de trabajo: los desafíos de los riesgos ambientales para los sistemas de gestión preventiva

Por supuesto, tampoco estaremos ausentes del XXXV Congreso y de la buena oportunidad que nos brinda para exponer nuestros avances de investigación. Al contrario, nuestra presencia no será solo a efectos individuales, sino que se ha presentado una iniciativa colectiva, como equipo de investigación, consistente en la elaboración, exposición y debate de un PÓSTER, exhibido durante ambos días para su visualización y debate con la comunidad científica y profesional que participa, muy ampliamente, en el Congreso. En él se han vertido, de una forma sintética y gráfica, las iniciativas hasta ahora desplegadas por este proyecto de investigación en relación con estos nuevos retos sociolaborales del cambio climático, unas vinculadas al tiempo de trabajo y sus formas de ordenación, otras que van más allá. Pero también se ha mirado muy directamente al futuro, a fin de anticipar los próximos pasos que este Equipo investigador, que me honro en dirigir, pretende dar en ese camino marcado para determinar, con toda la precisión y completitud precisas, hoy inexistentes, el ecosistema de condiciones jurídicas y sociales necesarias para garantizar de forma efectiva, aunque inacabada e inacabable, con seguridad, el imperativo de transición ecológica socialmente justa. Porque, insistimos, o la transición ecológica es justa o no podrá llamarse ni transición ni menos ecológica.

4.

Lógicamente, no podemos mostrar aquí el resultado de esa iniciativa, pues antes debe ser expuesta en el Congreso. Pero una vez finalice, sí se hará, además de dar cuenta, sucinta, de las principales aportaciones del Congreso a esta reconfiguración del tiempo de trabajo en términos de sostenibilidad ambiental, mediante la interacción, de ida y vuleta, entre aquél y ésta.